¡La tenacidad, el esfuerzo, la disciplina, el trabajo sostenido dieron un tremendo fruto! Nuestros jugadores mostraron un excelente resultado debido a su persistencia, coraje, valentía y compromiso personal y grupal. 

Que importante mostrar estas conductas a nuestros jóvenes y niños en vivo y directo. El mundial es una instancia para disfrutar en familia, reunirse con los amigos, juntarse a compartir; es un gran momento para socializar. El fútbol es muy real, es difícil meter goles, se sufre y se goza. 

Hoy todos teníamos una ilusión. Esta es una instancia que produce mucha identificación, todos hemos jugado fútbol alguna vez o hemos luchado por una meta con esfuerzo y pasión. Los niños y jóvenes se identifican con lo que hacen los padres, tíos, hermanos mayores, profesores etc. 

Ver con ellos el Mundial les va enseñando a participar de ciertas instancias de pertenencia a nuestro país. ¿Cómo han llegado estos futbolistas a formar parte de la selección? ¿Qué han tenido que hacer? ¿Cómo y cuánto se han preparado? ¿Cuáles son los costos? ¿Es una posibilidad para todos? 

Este mundial nos da la oportunidad de comunicarnos con nuestros hijos y reflexionar sobre estos temas. Hoy en todas las casas, oficinas, tiendas, en las que había un televisor prendido los chilenos estábamos nerviosos, identificados con nuestros jugadores, quienes afortunadamente, nos llenaron de orgullo. 

El entusiasmo, el patriotismo, el coraje, brotaba por las calles. Chile mostró que quiere seguir avanzando, algunos decían: “tóquenme de nuevo porque yo no lo puedo creer.” 

Los jugadores y su líder tenían una estrategia para derrotar a España, habían planificado distintas maniobras durante mucho tiempo. Los unía una meta, por la que habían trabajado paso a paso. Necesitaban ni más ni menos que neutralizar a España, el equipo ganador por excelencia. Mostraron la fuerza de lo grupal, orgullosos de sus capacidades. 

Destacaron liderazgos importantes: Sanpaoli, Bravo, Medel, Vargas, Sánchez, Vidal, Aránguiz, entre otros. La alegría nos acompañó, un sueño hecho realidad. Emociones a borbotones, hinchas salen a celebrar la victoria agotados por la emoción.

Logro histórico, dejamos fuera al monarca. Esta instancia nos llena de potencia y placer, vencimos un gran obstáculo, nos sentimos identificados y parte de un país: Gol para mi patria, gol para mi bandera. 

El mundial facilita que esta pasión llegue a todos; sin embargo, somos parte de un colectivo, vivimos en sociedad y, si bien a algunos esto puede interesarles y motivarlos profundamente a otros no, aquí el respeto por las diferencias constituye un valor fundamental que debe ser transmitido a nuestros hijos, familiares, amigos y la comunidad. 

Sabemos que el deporte es un fuerte protector para nuestros niños y jóvenes. En el juego deportivo se vivencia la importancia del equipo, se enfrentan las rivalidades y las diferencias. Se aprende y se adquiere la capacidad y la fuerza para enfrentar las derrotas y los momentos difíciles que surgen en la cancha. 

El grupo y su potencia quedan en total evidencia.